Gerardo Yepiz “Acamonchi”, un artista mexicano sin fronteras, que desde sus inicios en el mundo del arte en la década de los 80, ha hecho del arte su lenguaje vernáculo para expresar su conciencia sociopolítica y su posición como criatura de su época. Su trabajo muestra una clara influencia de la cultura underground que pudo traducir en la creación de su propio estilo y argot; combinando el diseño, la cultura urbana y el arte visual experimental. En la década de 1990 se convirtió en el primer artista en México en crear una página de internet de arte postal (Mailart).
Todas sus obras son espontáneas y tienen una mezcla del arte y la contracultura. En su trabajo notamos un diálogo constante con el paisaje urbano: sus obras parecen simular paredes desgastadas por la exposición a los elementos, un caos armónico de texturas monocromáticas retro y la superposición de imágenes satíricas con collages de ilustraciones fotocopiadas de alto contraste, recortes de periódicos, caricaturas descontextualizadas en escenas casuales, mezcladas con personajes del mainstream y algunos objetos cotidianos. Esta conjunción nos trae a la memoria un sentido de “estética” punk.
Su trabajo empieza con ideas simples, que, por medio de diversas soluciones creativas, lleva a la abstracción de conceptos que se vuelven la base de un discurso resiliente y rebelde que va alimentándose de las iconografías a su alrededor, otorgándole a su obra varios niveles de lecturas, permitiéndonos desentrañar su mensaje e interpretarlo de acuerdo a nuestra realidad.
Sus piezas nunca son literales. Son una metáfora, una noción poética del sueño y la vida urbana, la cultura postindustrial, cultura del consumo, la basura. En su discurso persiste un comentario social que busca visualizar el paso y consecuencia del antropoceno y nuestra condición psico-social. Desde sus entrañas; la esperanza, la impotencia y la destrucción, son parte esencial de sus propuestas.