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Abril Valentina

    Ella crea paisajes entre lo ideal y la realidad, el paisajismo y la abstracción que nacen desde un intenso amor por la cúpula celeste y una profunda obsesión por los cables eléctricos o de transmisión de información. Su trabajo consiste en estudios sobre el cielo, tratados visuales que reflexionan sobre la urbanización, el paisaje-identidad y las relaciones humanas. 

    Los lienzos de esta artista y performancera mexicana, son el fruto de una constante y premeditada experimentación con el comportamiento del color y la luz, en los espacios negativos de una malla minimalista que crea a través de pintar los cables que interrumpen nuestro cielo y lo fragmentan. El resultado son composiciones llamativas y contrastantes que yuxtaponen cielos desbordados y románticos, con la huella sutil y negra del “progreso” de la modernidad.

    Visualmente interesantes, estos paisajes cotidianos despiertan en nosotros un ejercicio contemplativo que compartimos con la artista al mirar el cielo. Los paisajes que pinta encierran un anhelo por la exaltación poética y las cualidades subjetivas que asociamos con los escenarios celestes, frustrados por la realidad de la urbanización y la vida citadina. No obstante, los cables que retrata lejos de ser una denuncia o una crítica a la actualidad, son reflexiones sobre las nuevas formas en las que nos relacionamos entre nosotros y cómo a partir de esto, construimos el paisaje y este nos construye.

    Para la artista, los cables eléctricos son como una red neuronal, el sistema nervioso de la ciudad. Una retícula que nos conecta a distancia y que se vuelven lecturas en el cielo que nos hablan del tránsito de la modernidad, la cultura del progreso y su etapa final, como basura visual que invade nuestra vista y se mimetiza en nuestra realidad como lo nuevo “natural” de nuestro paisaje y se vuelve una fuerza sublime que nos atrae, nos aterra, invade y hasta cierto punto, nos maravilla.

    Una artista inquieta y en contacto con el mundo del arte desde la infancia, pinta desde su conexión al mundo.

    Abril Valentina nos invita a no pasar por alto la belleza de un cielo interrumpido, al centrar nuestra atención a los nudos negros que adornan nuestro panorama urbano, nos brinda un encuadre para explorar con ella otro tipo de cielo y compartir, desde él, un instante de intimidad. Esta intención se ve acentuada por los formatos pequeños en los que trabaja, donde nos ofrece su mirada personal. La idea de conexión que da en un principio el montón de cables acumulados, muta en la conexión que experimentamos al verlos colectivamente y conectar en ellos.

    A través de un sentimiento de acumulación, los cables en sus cuadros se presentan también, como metáforas de la carga emocional del día a día con la que todos podemos identificarnos.

    El cielo se vuelve un escenario esperanzador y seguro, no a pesar de los cables, sino enfatizado por ellos. Es a partir de esta dicotomía en nuestro paisaje cotidiano, que las obras de Abril Valentina nos proponen iniciar procesos afectivos para consolarnos y acompañarnos mutuamente, mientras nos recuerdan seguir mirando hacia arriba.

    Más de su trabajo: https://www.instagram.com/abrvl/