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Majo Kelly

    Su gusto por la fotografía encuentra una comunión con su amor por la pintura en su trabajo. Al tomar sus fotografías como modelo del mundo y traducirlo al lienzo, Majo nos sumerge en paisaje urbanos y cotidianos de los que se apropia, creando así lugares ficticios de escenarios reales. Ella no busca la mimesis, sino producir desde su vida interior, desde su relación con los objetos que plasma, sus recuerdos y sensaciones.

    Majo decide concentrar su mente y manos en la producción de obras que la atrapen y le permitan compartir su amor por pintar, más que sus deseos por “comunicar” algo de manera directa o lineal. 

    Con sus lienzos, esta artista mexicana nos invita a volver a tomar control sobre dónde centramos nuestra atención. Por medio del uso de texturas y colores saturados, las escenas aisladas que congela en sus obras nos proponen sentir su arte, más que observarlo. Ella no busca que entendamos lo que quiso decir, sino que sintamos lo que vemos y tomemos un mensaje desde nosotros mismos.

    Los paisajes no son su único objeto artístico. En sus obras hayamos experimentaciones y reflexiones sobre el cuerpo al desnudo y autorretratos, que le sirve como una constante práctica técnica, lo que mantiene su vocación y capacidades artísticas listas en el momento que la inspiración la golpeé.

    La emoción es una fuente de vida, nos recuerda todo aquello que es difícil expresar con palabras. Las obras de Majo, son emociones sin contexto obvio para quien las ve. No obstante, son paisajes que reconocemos y podemos hilar a experiencias propias. Su arte se vuelve un puente entre su mundo interno y el nuestro, lo que hace florecer un sentido de empatía y autodescubrimiento.

    Más de su trabajo: https://www.instagram.com/majokell/